Tango de la Menegilda de Diana Navarro
Letra de Tango de la Menegilda
Pobre, chica,
la que tiene que servir,
más va...liera,
que se llegase a morir,
porque si una no sabe,
por las mañanas brujulear,
aunque mil años viva,
su paradero es el “hespital”.
Cuando yo, vine aquí,
lo primero que al pelo aprendí,
fue a fregar, a barrer, a guisar,
a planchar y a coser...
pero viendo que estas cosas,
no me hacían prosperar,
consulté con mi conciencia,
y al punto me dijo,
¡aprende a sisar!,
aprende a sisar,
aprende a sisar,
Salí tan mañosa,
que al cabo de un año,
tenia seis trajes de seda y satén,
a nada que ustedes,
discurran un poooco...
ya se han figurao,
ya han adivinao
de donde saldría,
para ello, el parné.
Yo iba, sola,
por la mañana a comprar,
y me daban, seis duros para pagar,
y de sesenta reales, gastaba treinta,
o poco más,
y lo que me sobraba,
me lo guardaba, un “melitar”.
Yo no sé, como fué,
que un domingo después de comer,
yo no sé, que pasó,
que mi ama a la calle me echó,
pero al darme el señorito,
la cartilla y el parné, jejjeje
fue y me dijo por lo bajo,
Te espero en Eslava,
¡tomando café!
tomando café,
tomando café,
Después de este hombre,
serví a un boticario,
serví a una señora,
que estaba muy mal,
me vine a esta casa,
y aquí estoy al pelo,
pues sirvo a un abuelo,
que el pobre está lelo
y yo soy el ama,
y punto final.
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