Ilusiones rotas de Saúl Gaesma

Es el reloj de tu muñeca
me dice son las
bailando en el bar de moda
nos invitaban a seguirla fuera.
De risas en el reservado,
no sé si fue el destino o la casualidad
pasaste tu por nuestro lado
intercambiamos nuestros datos y nada más.

Pasaron días y semanas
nos dimos largas más bien cortas.
Y de repente llegó el día
en que la espera acabaría.

Y el tiempo se detuvo,
entre los muros de mi habitación.
Tu cuerpo junto al mío,
desatados y empapados de sudor.
Y el tiempo se detuvo,
entre el placer y la pasión.
Desnudos frente al cielo,
el nuevo día puso fin al revolcón.

Eres el rey del flirteo,
sábes muy bien cómo actuar.
Alimentando las dudas,
de un pequeño corazón en soledad.
Fueron pasando los días,
mensaje aquí, llamada allá.
Pero el destino quiso,
que la verdad triunfara y ya…

No tienes nada que decir,
excusas mil en mi jardín.
No hay nada más por aclarar
tu historia es ruin y ahora…

Tienes que pagar por destrozar la ingenuidad
de un corazón en soledad.

Y el tiempo se detuvo…

Déjame, las cosas no se hacen así.
Márchate, te di lo bueno de mi ser,
sin esperar promesas rotas,
y tú me pagas con mentiras,
jugando sucio y destrozando
la ingenuidad de un corazón
que cura sus heridas
con tiritas y café…

Y el tiempo se detuvo