La canción "Alicia" de Enrique Bunbury, perteneciente al álbum "Pequeño cabaret ambulante", es una pieza que destaca no solo por su melodía cautivadora, sino también por la profundidad de sus letras. Bunbury, reconocido por su habilidad para entrelazar poesía y música rock, logra crear una atmósfera en la que el oyente es arrastrado a un mundo onírico y filosófico. La composición evoca una mezcla de emociones que van desde la nostalgia hasta la melancolía.
La letra gira en torno a un personaje femenino llamado Alicia, quien parece estar atrapada en sus propios pensamientos y reflexiones. Al citar "sortilegio de Babia", se hace referencia a un estado mental de ensueño o desconexión con la realidad, sugiriendo que Alicia vive en un mundo propio donde las cosas son diferentes. Esta imagen se refuerza cuando menciona que tiene "la luna por cerebro", lo cual puede interpretarse como una representación del idealismo y la fantasía que guían sus acciones.
El uso del laberinto como metáfora también es significativo. Hacer alusión a Teseo y su lucha contra el minotauro evoca la idea de enfrentar los propios demonios o desafíos internos. Sin embargo, lo irónico aquí es que Alicia se encuentra perdida sin realmente poner resistencia; parece más bien aceptar su destino con resignación, evidenciando una falta de acción frente a las incertidumbres de la vida.
El mensaje central parece buscar captar las contradicciones del amor y el desamor. A lo largo de varias líneas, se repite el lamento sobre cómo "Alicia dice que te quiere cuando ya te ha abandonado". Esta frase encapsula el ciclo doloroso que muchas personas experimentan en relaciones complejas: decir amorosas palabras mientras incumplen con esos mismos sentimientos. Esto pone en evidencia no solo superficialidad afectiva sino también una lucha interna entre lo que se siente y lo que se expresa.
Los versos evocan una especie de viaje surrealista ("Alicia viajando entre lunas"), donde los límites entre la realidad y los sueños se difuminan. Este viaje puede interpretarse como un análisis sobre cómo muchos buscan escapar de las duras realidades mediante ilusiones o fantasías. Aquí, Bunbury conecta con el misticismo del cuento original de Lewis Carroll pero lleva esta interpretación hacia un contexto más emocional, donde cada verso refleja una mezcla del anhelo humano por conexiones significativas pese a las inevitables decepciones.
La producción musical detrás de “Alicia” suele acompañar este trasfondo lírico con arreglos sencillos pero efectivos; predominan guitarras eléctricas sutiles y ritmos melódicos típicos del rock alternativo español de los años 90. Este enfoque ayuda a mantener al oyente sumido tanto en la dirección romántica como nostálgica del relato.
En cuanto a datos curiosos sobre esta canción, es interesante destacar cómo “Pequeño cabaret ambulante” marcó un punto clave en la carrera solista de Bunbury tras su paso por Héroes del Silencio; este álbum fue recibido con entusiasmo por parte de crítica y público, consolidándolo como uno de los referentes dentro del rock nacional español.
En resumen, “Alicia” ejemplifica perfectamente la capacidad de Enrique Bunbury para contar historias profundas mediante letras cargadas simbólicamente e hipnóticas melodías. Es una reflexión sobre amores perdidos y momentos suspendidos entre fantasía y realidad, destacándose así como un clásico moderno en el repertorio español.