Invite usted a esta absolución de Trepaflow
Letra de Invite usted a esta absolución
Tristeza me está haciendo el dolor,
Cada lágrima en cada adiós...
Formó el océano en el que hoy me estoy ahogando,
Que tuve el salvavidas en las manos.
Lo rechacé, pues no necesito ayuda,
Hoy mi sistema nervioso me echa la culpa.
Estoy tirado en el sofá,
Los skinny, quién me los quitará?
Día 25 de Diciembre,
Te haré volar cuando te encuentre.
En la infancia vivimos y después sobrevivimos,
Que Leopoldo María Panero dijo.
Latigazos que ni Jesús Navas,
Tempestad embarazada de la calma.
Justo como esa quinceañera, partiéndole la cara,
A ese cuarentón babas.
No puedo actuar con normalidad,
Con este nerviosismo provocado por la ansiedad.
Me importan más los pelos de mi sobaco,
Que a ese ministro le dé un infarto.
Suena hardcore, pero antes voy yo,
Una historia de amor, cien de odio.
La misma alergia que adicción,
Deja de joder con la pelota, me cago en Dios.
Corrí, llegue tarde,
De esta vesania eterna debo zafarme.
Sole sácame de este palacio de dudas,
Déjame conducir por tus curvas.
Déjame perderme en tus laberintos,
Fabricados con el pánico de mí mismo.
Tengo el pecho como el bombo de Manolo,
La inseguridad de quien se siente solo.
Descubriendo lagunas en mis rincones,
Sacándole a Sirena los colores.
Siempre en obras, como la catedral de Tarazona,
Soy pañuelo cuando Espe llora.
Soy Tony Stonem en Skins,
Sin saber el sentimiento de sentir.
Corrí delante de la decadencia,
Y me alcanzó, destrozando mi inocencia.
Hoy sé que tú no esperas,
Que la realidad es extrema.
Como de La Coruña a Cartagena,
Como de Girona a Huelva.
Como de Málaga a Bilbao,
Como escribir; ''Dónde estoy?'' en el baho.
Ando más castigado que Francia,
Nostálgico con tanta fragancia.
He de ir a pedir la redención,
Padre, invite usted a esta absolución.
Que con el síndrome de Peter Pan que aullo,
Usando perfumes de hombre adulto.
Soledad cobra vida en Santa Cruz de Moncayo,
Ojo como reviente la presa en Los Fayos.
Quise, pero no supe sonreír,
Ponerte azul este cielo gris.
Llorando sin tener motivos,
Supe que era por no creer en el olvido.
Sudar hasta convertirme en ello,
Hasta ser afluente del Ebro.
¡Cuántas veces me olvido de mí!
Y doy todo a ellos con el fin de ser feliz.
Con el fin de no volverme a sentir...
Perdido en el delirio y volver a sufrir.
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