Por sentir aquello que quisiera de Trepaflow

Sueño que no sé estar solo y temo,
Preso del hecho de echar de menos.
Sueños ahorcados por doquier,
Sin más disfraz que mi piel.
Las nubes la venda del cielo,
Porque a veces no quiere ni vernos.
A veces en sus ojos me vuelvo esquizoide,
Que más que verme parece que me oyen.
Quisiera exiliarme muy lejos,
Hasta ver sirenas en el Ebro.
Eres más bonita que el Valle de Baztán,
Que mis lágrimas fundiéndose con este manantial.
Donde no voy a nadar,
Sería serle infiel al mar.
La ansiedad me quita lo que tú me das,
La valentía y la tranquilidad.
'La vida es bella', que dijo el suicida,
Y quién sabe si abajo o arriba.
Una sonrisa de un quebrantahuesos,
Dice más que la erosión del suelo.
Una caricia no habla, pero dicta,
El amor del que ni la virgen saldrá invicta.
Hoy sólo abubillas en el abdomen,
Todavía el rimel se le corre.
Es la noche, la luna y los lobos,
Tu ausencia y mis pies en el lodo.
Pasó por travesías insoportables,
Pobre barco lleno de adversidades.
Tormenta reinó en la curtida mar,
Y como de costumbre, salimos a bailar.
Ciudad mustia, poeta triste,
El trance es la calle donde te despediste.
Tuve que cegarme más para abrir los ojos,
son ellos los cobardes o nosotros?
Ya parará este viaje de nervios,
Cargo con una cruz pero no quiero ser Dios.
Como una caricia en el vómito,
No me mataré más, vivir ya es tóxico.
Estoy destrozado, inocencia nunca vuelve,
Como Di Caprio en ''Diario de un rebelde''.
Como un niño huérfano en el metro de Moscú,
Como este cielo cuando deja de ser azul.
Yo que más quisiera volver,
Allí donde no sentí la sed.
Pero por desgracia no recuerdo el camino,
Como un marinero cuando el barco ya está hundido.
Inquieto como una novia a la fuga,
Como la ciudad observada por la luna.
Como estos ojos que en la intimidad se desnudan,
Como esa seguridad que no he tenido nunca.
La lluvia vuelve a despertar la infancia,
Como despierta la nostalgia mi estante de fragancias.